Mons. Urbanč celebró los 42 años de vida sacerdotal a los pies de la Virgen

General 30 de mayo de 2024 Por Sec. Información general

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En la mañana de este jueves 30 de mayo, día en que la Iglesia celebra a San Fernando rey, Patrono de la Ciudad Capital, el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, presidió la Misa de acción de gracias por los 42 años de su Ordenación Sacerdotal, en el Altar Mayor de la Catedral Basílica y Santuario de Nuestra Señora del Valle. 

La Eucaristía fue concelebrada por el vicario general, P. Julio Murúa; el rector de la Catedral Basílica y Santuario de la Virgen del Valle, P. Gustavo Flores; el rector del Santuario de la Gruta, P. Santiago Granillo; el vicario para la Educación, P. Lucas Segura, entre otros sacerdotes del clero catamarqueño, y el P. Francisco Urbanč, de la Arquidiócesis de Tucumán, quien llegó a Catamarca para acompañar a su hermano en esta acción de gracias.

Participaron miembros de instituciones eclesiales, pastorales, amigos y fieles en general, algunos venidos desde la vecina provincia de Tucumán de donde es oriundo Mons. Urbanč.

En su predicación, el Obispo mencionó que esta celebración “es una doble acción de gracias, porque cuando me ordenaron sacerdote no sabía que iba a venir a Catamarca, así que esta acción de gracias es por la ciudad de San Fernando del Valle, cuyo patrono es San Fernando rey. Hoy estamos rezando por la Ciudad, por sus autoridades y por las personas que trabajan en el municipio, que están pasando momentos difíciles, para que todo se pueda ir solucionando en paz, y todos tengan el pan de cada día en la mesa”, expresó.

“También agradezco al Señor por estos 42 años de vida sacerdotal” y “que los pueda celebrar acá, en Catamarca, a los pies de la Virgen María, nuestra Madre, la Madre de los cristianos, bajo cuya protección tengo puestos mi ministerio sacerdotal y mi ministerio episcopal”, manifestó.

Al reflexionar sobre la Palabra de Dios proclamada, entre otros conceptos, afirmó que “Jesús es la Piedra Viva sobre la cual se debe estructurar la vida humana, y también nosotros ahora a manera de piedras vivas tenemos que edificar la Iglesia”.

En otro tramo de su mensaje dio gracias a Dios “por el ministerio sacerdotal que me fue confiado para estar al servicio del pueblo de Dios”.

Luego de la bendición final, agradeció a todas las personas que lo acompañaron en esta Santa Misa, y junto con toda la asamblea alabó con el canto a la Virgen María en su advocación del Valle.

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