En un emotivo evento, se inauguró el nuevo local de productos regionales de Adriana Ramírez, gracias al apoyo del programa "Mi Primer Impulso" de la Secretaría de Salud, Desarrollo Humano y Políticas Sociales del municipio de la capital.

Adriana Ramírez, conocida por sus deliciosas nueces confitadas, ha logrado cumplir su sueño de tener un espacio propio para la elaboración de sus productos. La receta de sus nueces, heredada de su abuela, ha conquistado a muchos por su sabor, textura y tamaño. Adriana comenzó vendiendo nueces confitadas cargando las en una cajita, cerca de la catedral, en las clínicas, oficinas y luego apostó al turismo. 

Primero las cosechaba, luego las preparaba y salía a vender, fue a la Fiesta del Poncho, pero tambien se iba al ingreso de las rutas, y colocaba una mesita donde vendía sus productos, tanto nueces confitadas, dulces a todo el que pasaba y siempre apoyada por su familia.

El nuevo local, ubicado en la calle Antonio Taire 2530, en el Barrio Valle Hermoso de Parque Chacabuco, es el resultado del esfuerzo conjunto entre Adriana y el municipio. 

La fábrica es el resultado del programa municipal “Mi Primer Impulso”, una iniciativa diseñada para apoyar a emprendedores locales brindándoles asesoramiento técnico y económico, lo que les permite desarrollar sus proyectos desde la comodidad de sus hogares.

Leandro Quiroga Barros, director de Economía Social, comentó: “Hoy inauguramos este espacio de producción y elaboración de productos regionales que son las típicas nueces confitadas de Adriana Ramírez, muy reconocidas. Hace 10 años que viene produciendo nueces, dulces de membrillo y, a través del programa Mi Primer Impulso, llevamos adelante la puesta en marcha de esta pequeña fábrica. Desde la municipalidad se puso material y mano de obra para poder concretar el sueño de Adriana de tener una cocina apta para llevar adelante su emprendimiento”.

“Esto es parte de una política de Estado que tiene el municipio para con los emprendedores y para con la economía social. A esta emprendedora que viene trabajando hace años, también le posibilitamos, a través de la Dirección de Economía Social, que forme parte del Poncho en las dos ediciones anteriores. Ahora redoblamos la apuesta para que sean cada vez más los vecinos que se animen a emprender para complementar sus ingresos o que sean sus principales ingresos. Queremos que los vecinos vean que tenemos herramientas para que ellos puedan prosperar con sus proyectos”, agregó.

La Fábrica de Nueces Confitadas se propone no sólo como un lugar de producción, sino también como un punto de encuentro para los amantes de los productos regionales. Con una variedad de nueces confitadas y otros productos típicos, Adriana Ramírez espera atraer a una clientela diversa y generar un impacto positivo en su comunidad.

Este nuevo emprendimiento es un claro ejemplo de cómo las políticas municipales pueden transformar vidas y contribuir al desarrollo económico local. La inauguración fue celebrada por numerosos vecinos y emprendedores que ven en esta iniciativa una oportunidad para inspirarse y seguir adelante con sus propios proyectos. Sin duda, la Fábrica Adriana Ramírez será un referente en el barrio Valle Hermoso y un motor más en el crecimiento económico de la capital.